Las dificultades solo se vencen cuando se reconocen como tales y no nos identificamos con ellas.
No hay que olvidar que las dificultades somos nosotros mismos que, paso a paso, las vamos aflorando de nuestro interior.
Cuando surgen se produce una lucha sin cuartel y del resultado de esa lucha depende nuestro camino.
Ahora bien, no debemos desalentar ante el primer fracaso, pues todas las grandes victorias están jalonadas de pequeñas derrotas.
Sabemos muy poco de ese hombre, que crece dentro de nosotros:
«Con divina ansiedad».
Que se agarra a la vida, que lucha con la muerte, al borde de la nada; hacia la eternidad.
La calidad esencial del alma es encarnar el elemento personal de lo divino.
El alma es, ante todo, IMPRESIONABLE, o sea, que tiene la capacidad de experimentar y crecer con las experiencias.
-Cuando estamos receptivos, cualquier acto o circunstancia, tanto exterior como interior, queda grabada en nuestra alma, y todas esas experiencias, positivas o negativas, son las que nos transformaran para bien o para mal, modificando nuestra vida y nuestro SER.
En RESUMEN: las llamadas DIFICULTADES hacen crecer al ser HUMANO…