“La alimentación y el estado de ÁNIMO”

 

conocete a ti mismo

En conductas Bipolares, nos encontramos con personas con doble personalidad.  

“CONOCETE A TI MISMO”

¡Hola querido lectores!

¿Cuándo te miras al espejo, te reconoces?  O quizás te pasa como a millones de personas;  que al mirarte al espejo, ¡no te reconoces!  

A lo largo de mi trayectoria profesional como Especialista en Nutrición Energética; puedo afirmar con propiedad, qué sí, la alimentación incide más de lo que podamos pensar en nuestra conducta, alteraciones de salud y estéticas. 

Durante muchos años en consulta, me dedique ayudar a mis paciente a que descubrieran quienes eran realmente. Como explico en mi libro, nadie cree posible que haciendo cambios en la alimentación, puede cambiar temas de salud, actitudes, creencias, imagen,  etc. 

—Como cuento en mi libro, manteníamos una colaboración profesional con varios especialistas de medicina; ginecólogos, endocrinos, cirujanos estéticos, dermatólogos, etc.   

En mis principios profesionales; decirle a una persona con problemas de acné, obesidad, celulitis, manchas oscuras en la piel, cuperose, hirsutismo en cara, etc., que cambiando su alimentación se corregiría su problema, fue una revolución en el campo de la estética. 

(Recuerdo el día que llamó el Dr. Manuel Asín, dermatólogo, y me preguntó: ¿Rosa que tratamiento le aplicaste a XXXX? Busque su ficha y le dije: Manuel, al margen del tratamiento estético correspondiente, le retiramos el tomate y toda las frutas rojas. Esta paciente tenía cuperose en los pómulos desde hace años que estaba siendo tratada por el Dr. Manuel Asín sin resultados notorios. O sea, la energía yin de los productos rojos, fuego, afectaban al elemento metal, pulmón.  En la ley de los 5 elementos, fuego ataca a metal. En medicina china, que lleva más de cinco mil años de adelanto a la medicina occidental, se tiene en cuenta esta ley). 

La relación entre nuestro estado de ánimo y los alimentos que decidimos consumir en función del mismo se conoce desde siempre, pero hoy la ciencia saca a la luz. 

Con frecuencia, cuando nos sentimos tristes y deprimidos, acudimos a la comida: el clásico “comer para consolarse”. La comida también está presente cuando celebramos momentos de felicidad. Y otras veces, por simple aburrimiento, abrimos la nevera en busca de un bote de helado y nos damos un delicioso capricho.

En la actualidad, esta relación “estado de ánimo-alimentación” se está observando desde la perspectiva contraria: “alimentación-estado de ánimo”.

¿Influye la alimentación en nuestro estado de ánimo? Esta cuestión genera cada vez más interés. No obstante, hasta ahora, la mayoría de estudios que se han llevado a cabo al respecto se basaban en observaciones casuales y subjetivas y carecían de base científica.

Según una encuesta reciente sobre la relación entre la alimentación y el estado de ánimo respaldada por una reconocida organización benéfica de salud mental, el 88% de los participantes afirmaban que la modificación de sus hábitos alimenticios había tenido un impacto directo y positivo en su estado de ánimo.

En la encuesta, los alimentos se dividen en los llamados “estresores”, como pueden ser la cafeína, el alcohol, chocolate,  o los azúcares, cuyo consumo se debería reducir. Y aquellos que fomentan la sensación de bienestar, como las frutas, las verduras, el pescado azul y el agua, se deberían aumentar. (Yo aquí aconsejo, respetar el porcentaje del 40% – 30% – 30% de los macronutrientes, adaptado a su grupo sanguíneo).

Más de una cuarta parte de los participantes de la encuesta manifestaban qué al modificar su dieta de esta forma, sus cambios de humor y sus ataques de pánico y ansiedad se habían visto reducidos o incluso habían desaparecido.

Normalmente, los alimentos pre cocinados o los que tienen un alto contenido en azúcares provocan que los niveles de energía suban repentinamente para después desplomarse. Seguramente no quiera experimentar la desagradable sensación tras una subida de azúcar. Si se llega a un equilibrio entre los alimentos de alto índice glucémico y los de bajo índice glucémico, que liberan menos azúcares, nuestros niveles de energía serán más regulares y positivos.

Existen determinados alimentos que contienen vitaminas, minerales y enzimas que tienen la capacidad de desarrollar un estado de ánimo positivo. Las nueces y las semillas de girasol son ricas en zinc, omega-6, omega-3 y magnesio, —el omega-3 de cadena corta. —De cadena larga está en pescado azul, desde mi investigación son mejores. Catalogados en el apartado de ácidos grasos, siempre su consumo debería respetar el porcentaje del 30% en cada comida, o sea, desayuno, comida y cena.  Diversos estudios sugieren que el zinc favorece positivamente la conservación de la memoria y que los ácidos grasos omega-3 ayudan a reducir el riesgo de depresión bipolar, mientras que la carencia de magnesio puede derivar en agitación y déficit de atención. También podemos aumentar los niveles de estos nutrientes esenciales a través del consumo prudente de suplementos nutricionales. (Siempre bajo prescripción de un médico). 

Reducir la ingesta de alcohol y beber más agua puede tener un impacto significativo, no solo en el estado general de salud, sino en el estado de ánimo, ya que el alcohol tiende a tener efectos depresivos una vez que desaparecen sus efectos iniciales.

Si pensamos en cómo nos sentimos emocionalmente cuando nos dirigimos a la nevera  o vamos al pasillo de los aperitivos en el supermercado, quizá prefiramos convertir esos antojos en una opción alternativa, como hacer ejercicio durante 20 minutos cuando no tenemos nada que hacer. El mero hecho de tomar esta decisión puede tener un impacto beneficioso en su estado de ánimo. Asimismo, cambiar los hábitos alimenticios y llevar una dieta más equilibrada le ayudará a sentirse mejor, a dormir mejor y a controlar el estrés de forma más eficaz.

—Sé que muchas personas qué consumen  chocolate diariamente, les costará dejarlo de la noche a la mañana, es aditivo, pero dejar de consumirlo durante unos meses, entenderían  mejor esta afirmación. Pasado el periodo de depuración del hígado podrán volver a consumirlo, pero con cuidado. (Los otros días alguien colgó en Facebook que tenía propiedades maravillosas para levantar el ánimo, pero, al pobre hígado lo machaca)

¿Qué pasa con el chocolate? En la encuesta sobre la relación entre la alimentación y el estado de ánimo, se incluye entre los alimentos “estresores”, pero la realidad es que nos hace sentir bien. Hay algo en su sabor, su aroma, su textura, y en la simple experiencia de degustarlo, que nos aporta una sensación positiva, siempre y cuando no nos demos un atracón. El chocolate contiene alcaloides con propiedades excitantes. Además de feniletilamina, el cacao es rico en alcaloides estimulantes, como la cafeína y la teobromina. Alcaloides también presentes en plantas como el café, té, mate, guaraná, naranjo y el limón. (El cacao, es una grasa saturada, muchas personas padecen hígado graso al consumo excesivo del chocolate, no se digiere bien, y quienes se ponen a dieta les cuesta más adelgazar).

Una clasificación de los alimentos como yin y yang.

Desde el punto ENERGÉTICO, la mayoría de  los alimentos mencionados más arriba son YIN, expansivos. O sea, primero expanden, alegran el cuerpo, pasado este efecto decae y es cuando aparece el DESÁNIMO. (Personas con trastorno bipolar, se alimentan mal). Todo en el universo está sujeto a una bipolaridad. La vida y el movimiento existen porque se da esta polaridad, y lo mismo ocurre en los alimentos. Hay alimentos que inducen más a la contracción y otros a la expansión; al frío o al calor; a lo ácido o a lo alcalino; yin o yang. En general los alimentos yang son más contractivos y producen más calor y tono en el cuerpo,  (es el caso de las carnes, pollo y pescados, cereales o legumbres), mientras los alimentos yin son más expansivos y fríos e inducen a estados de relajación, (como las frutas, algunas hortalizas, lácteos y alcohol).

Lo ideal y lo coherente es consumir una alimentación equilibrada. No hay que olvidar que la serenidad, por ejemplo, nos viene dada por la identificación con nuestros pensamientos y sentimientos.  Las buenas emociones, sentimientos y pensamientos no son tan fáciles de experimentar cuando tenemos el hígado contraído, el corazón bloqueado, etc.  Lo que comemos, los órganos a los que afecta —para bien o para mal— expresarán aquello que tú has alimentado. Entender este punto es tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos cuando preparamos nuestros platos. 

–Cada persona, según la zona donde habite, época del año, grupo sanguíneo necesita “nutrir” su organismo de manera individual.

YIN Y YANG FOTO

El Yang/Yin está en todo, aprender a diferenciarlo nos aporta equilibrio y Salud a nuestra vida. Nuestros órganos tienen emociones, dependiendo del alimento que ingieras, así serán las emociones que expresen. La macrobiótica es una filosofía de vida, como tal, deberíamos aplicarla a nuestra vida. Todo tiene un revés, comprender este concepto es el cuarto camino que os llevará al quinto hombre…

En mi libro: “Sí, es posible rejuvenecer sin cirugía estética”, lo explico muy bien.

Gracias si sigues ahí…

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