¡Hola queridos lectores!

Esta semana os traigo una herramienta, al menos para mí, muy útil.

Estaréis de acuerdo conmigo que en el transcurso de la vida estamos rodeados de miles de personas. Familiares, amigos, conocidos, etc.

Cuando empecé a tener uso de razón, me di cuenta de que todas las personas no somos iguales y que cada uno ocupa un lugar en la vida de cada uno de nosotros. No es que sean mejores o peores, pero sí, es importante darnos cuenta de la diferencia para no sufrir y llevarnos desengaños inesperados.  

Cuando vivíamos en Lima/Perú, un día hablando con Celia, esposa del entrenador del equipo en el que jugaba el padre de mis hijos, me dijo algo que me hizo reflexionar: Ella me presentó una persona, ya que yo no conocía a nadie, y yo le decía, tal persona, prejuzgando, no me pega para nada, y ella me contesto: cariño, tienes que aprender a tener un catalogo de amistades en tu vida. Seguimos profundizando sobre su teoría y fue una hermosa enseñanza. Desde entonces amplié mi catalogo de amistades y aprendí a darme cuenta de que las personas cada una tiene su personalidad, sus creencias y valores. Y no son ni mejores ni peores que mi forma de ver la vida, pero forman un ARBOL importante en mi vida. Cada persona que conocemos y forman parte de nuestras vidas, nos aportan sus vivencias, sus creencias, su escala de valores. Sin ser conscientes de ello, muchas veces, desechamos estas personas, porqué no piensan o ven la vida como nosotros creemos, graso error, porque estamos desechando adquirir otras formas de ver la vida.

—Las personas hojas, son personas para pasar un ratito desenfadado. Las personas ramas, son personas con las que podremos compartir momentos más importantes de nuestra vida, pero no serán duraderas. Las personas raíces, serán aquellas personas en quienes podremos confiar y apoyarnos. Porque serán en quienes nos sustentemos y jamás nos abandonarán. Llegar a entender estas tres partes de nuestro árbol de amistades, puede os ayude a comprender que cada uno cumple su función.

Entonces; en nuestro árbol deberá tener estas tres características. HOJA, RAMA Y RAICES. Desde que amplie mi catálogo, me va mejor y, sobre todo, deje de prejuzgar y la verdad, me siento más libre.

Querido amigos, espero os haya gustado esta herramienta para vivir mejor y en armonía con la naturaleza.

Nada sobra o falta, pero cada cosa tiene su lugar, y cubre su espacio en este inmenso puzle de la vida.

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