¿Qué es la epigenética y cómo funciona?

¡Hola queridos lectores!

Esta semana he querido traeros este tema, ya que muchas personas no conocen como funciona la epigenética en términos generales.

Además, aprovecho para hacer hincapié en la importancia que tiene la alimentación no solo en la salud sino también en nuestra conducta emocional y mental.  (Qué es en el campo en el que me especialice en Nutrición Energética)  

La epigenética en el ser humano se refiere al conjunto de mecanismos que regulan la expresión de los genes sin modificar la secuencia original del ADN. Estos mecanismos incluyen procesos como la metilación del ADN y las modificaciones de las histonas, que actúan como interruptores para activar o desactivar ciertos genes según las señales ambientales, el estilo de vida, la dieta, el estrés o la exposición a tóxicos. Así, aunque la información genética permanece intacta, la forma en que se manifiestan los genes puede variar a lo largo de la vida y entre generaciones.

En las personas, la epigenética juega un papel clave en el desarrollo, el envejecimiento y la aparición de enfermedades. Por ejemplo, factores externos pueden influir en la activación de genes relacionados con la respuesta inmunitaria, la memoria o el metabolismo, lo que explica por qué dos individuos con el mismo ADN pueden presentar diferencias significativas en salud y comportamiento. Además, algunos cambios epigenéticos pueden ser heredados, afectando la susceptibilidad a ciertas enfermedades o la capacidad de adaptación de las futuras generaciones.

La epigenética es el campo de la biología que estudia cómo se regulan los genes sin alterar la secuencia original del ADN. Su función principal consiste en actuar como un «interruptor» que determina qué genes se activan o desactivan en función de diferentes factores ambientales. De esta manera, aunque la información genética permanece intacta, la expresión de los genes puede modificarse, permitiendo que el organismo responda a los cambios en su entorno.

¿Los traumas se pueden heredar?

En los últimos años, se ha debatido ampliamente sobre la epigenética, aunque no siempre desde un enfoque riguroso y científico. La evidencia actual señala que lo que realmente se transmite entre generaciones no es el trauma en sí, sino los cambios epigenéticos que dicho trauma provocó en nuestros antepasados, pudiendo llegar a afectar hasta tres generaciones previas. Esto implica que heredamos una mayor vulnerabilidad o susceptibilidad generada por esas experiencias traumáticas, y no el evento traumático concreto.

Las investigaciones más recientes se centran en identificar qué estructuras cerebrales o mecanismos biológicos pueden verse modificados por estos cambios epigenéticos. Por ejemplo, se ha observado que podríamos heredar una amígdala de mayor tamaño, lo que resultaría en una tendencia a experimentar respuestas de alerta más intensas. Como consecuencia, seríamos más propensos a desarrollar traumas ante situaciones que, aunque objetivamente menos estresantes, percibiríamos como más amenazantes debido a esa predisposición heredada.

Además de la explicación basada en la genética y la biología, es importante considerar los estudios conductuales que sugieren que también se pueden heredar patrones de respuesta traumáticos a través del aprendizaje vicario. Esto significa que no heredamos el trauma de manera literal, sino que, durante la infancia, si nuestras figuras de referencia presentan un trastorno de estrés postraumático, podemos llegar a interiorizar formas de actuar o responder ante determinadas situaciones que, en realidad, son reacciones traumáticas inconscientes adoptadas de esas figuras de referencia. Así, los hijos pueden reproducir patrones de comportamiento aprendidos observando el modo en que sus padres o cuidadores gestionan el estrés o el miedo, perpetuando de este modo respuestas adaptativas o desadaptativas sin ser plenamente conscientes de su origen.

¿La personalidad se hereda?

La herencia de la personalidad es un tema complejo que ha generado numerosos estudios y debates en el ámbito de la psicología y la genética. Por un lado, los investigadores han demostrado que existe una base genética importante en la configuración de rasgos como la extroversión, la amabilidad o la tendencia a la ansiedad, lo que indica que los genes juegan un papel relevante. Sin embargo, el entorno familiar, las experiencias vitales y el contexto social también influyen de manera significativa en la manera en que estos rasgos se desarrollan y expresan a lo largo de la vida.

Las investigaciones con gemelos, especialmente aquellos que han sido criados por separado, han permitido estimar que aproximadamente entre un 40% y un 60% de las diferencias individuales en la personalidad pueden atribuirse a factores genéticos. El resto depende de la influencia del entorno, las relaciones personales y las vivencias únicas de cada individuo. Por tanto, la personalidad resulta de una interacción dinámica y constante entre la herencia genética y el ambiente en el que crecemos y nos desarrollamos.

¿Una madre sustituta comparte ADN con el bebé?

Aquí os dejo un enlace donde se explica este punto muy bien. Considero importante compartir esta información para el público en general, ya que a menudo circulan muchos mitos y afirmaciones sin base científica. Como siempre, he intentado apoyarme en la ciencia y prefiero que sea ella quien hable, en lugar de ofrecer únicamente mi opinión propia. Si tenéis dudas o queréis profundizar, os recomiendo consultar fuentes fiables y especializadas.

PD: Gracias a esta información, pude investigar y así encontrar respuestas que llevaba haciéndome toda mi vida. Mis padres tuvieron cuatro hijos, y os puedo asegurar que no nos parecemos en absoluto, cada uno de nosotros es el polo opuesto al otro. Tenemos el mismo ADN, pero ahora comprendo la diferencia entre nosotros gracias a la epigenética.

Por ello he pensado que quizás con este artículo podría ayudar a otras personas que tengan las mismas preguntas que yo me hacía.

Más información:

Email: sirio77@protonmail.com

Nuevas evidencias de transmisión epigenética paterna y materna a la descendencia

¿La madre subrogada comparte ADN con el bebé?

 

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