¿Padeces un comportamiento antisocial, agresividad o hiperactividad?

MUJER ESTRESADA

Ánimo, lee hasta el final, Seguro que tú o alguien de tu entorno padece este comportamiento. Nos hemos alejado tanto de nuestro eje, que, a veces, nos sentimos totalmente desorientados.

Realízate el análisis de sangre del perfil de ácidos grasos, seguro que tienes carencias de ácidos grasos omega3.   

Los ácidos grasos omega-3 son esenciales para la formación y el funcionamiento del cerebro humano. La ingesta deficiente produce diversas disfunciones en la neurotransmisión, lo que puede ser una de las causas de diversos trastornos psiquiátricos como la depresión mayor y la esquizofrenia.  Se ha demostrado que los pacientes que toman suplementos con dichos ácidos grasos presentan mejorías significativas en sus síntomas. Asimismo, se ha demostrado su utilidad en la disminución del comportamiento antisocial, y en la agresividad y hostilidad de sujetos sometidos a ambientes de estrés psicológico. Por lo tanto, la suplementación con ácidos grasos omega-3 puede ser un coadyuvante para la mejoría de dichos comportamientos.

Palabras claves: ácidos grasos omega-3; comportamiento antisocial; agresividad; hostilidad

Desde hace varios años, existen hipótesis que involucran a los componentes de la dieta como factores capaces de modificar el comportamiento, especialmente las conductas violentas. Transcurrido el tiempo, dichas hipótesis se transformaron en verdades empíricas. Recientemente, se ha demostrado que tanto la agresión hacia otras personas, la hostilidad y el comportamiento antisocial pueden ser modificados favorablemente con la ingesta de ácidos grasos omega-3. Esto no es difícil de entender si consideramos que dichos compuestos son esenciales para la formación y el funcionamiento del cerebro. Entonces, es comprensible que una composición cerebral deficiente en estos ácidos grasos produzca diversas disfunciones bioquímicas y de neurotransmisión, alteraciones que se reflejarán en el comportamiento. La influencia de los ácidos grasos omega-3 en el comportamiento está avalada por variados estudios que demuestran que la suplementación con estos ácidos grasos produce significativas mejorías en las sintomatologías de trastornos psiquiátricos como la depresión mayor, el trastorno bipolar, la esquizofrenia y el trastorno de personalidad limítrofe. Por lo tanto, los ácidos grasos omega-3 podrían resultar de gran utilidad para mejorar el comportamiento antisocial, en los individuos afectados por dicha característica.

En el mercado hay mucha literatura sobre este tema, el Dr. Barry Sears tiene más de cuarenta libros escritos, donde explica la necesidad del consumo del Omega 3 en el ser humano actual sino queremos retroceder en la evolución.

Conclusiones

Las membranas neuronales contienen altas cantidades de ácidos grasos poliinsaturados que no pueden ser sintetizados, y por lo tanto deben ser obtenidos desde la dieta. La deficiencia de ácidos grasos omega-3, EPA y DHA, produce una disfunción de distintas vías de neurotransmisores en zonas específicas del cerebro, y esta puede ser la causa de la modificación del comportamiento. En animales se demostró que dietas suplementadas con ácidos grasos omega-3 producen una elevación del 40% en los niveles de dopamina, mayor unión de esta a los receptores D2 y la reducción en la actividad de la enzima B mono amino oxidasa en la corteza frontal. Por el contrario, dietas deficientes en dichos ácidos grasos producen la disminución de los niveles de dopamina y serotonina en la misma zona cerebral, y aumento en el 72% de la liberación de acetilcolina en el hipocampo. Además, se producen modificaciones en la composición de fosfolípido y en el tamaño de las células presentes en dicha región.

Estas últimas modificaciones pueden alterar la conducción y la transmisión neuronal. La conducción se refiere al movimiento del impulso nervioso a lo largo del axón, desde el cuerpo celular hacia la terminal  nerviosa, mientras que la transmisión es la transferencia del impulso eléctrico desde una neurona a la otra a través de la sinapsis. La fluidez de las membranas neuronales afecta el adecuado procesamiento de las señales y cambios en la proporción de la incorporación de ácidos grasos omega-3 y 6 pueden alterar dicha fluidez. Específicamente, la suplementación con DHA mejora la fluidez de las membranas en células no neuronales. Los efectos beneficiosos del DHA pueden no solo ser consecuencia de sus efectos fisico-químicos sobre las membranas neuronales, sino, además, ser el resultado de la modulación de la expresión génica de muchas enzimas involucradas en el proceso de transducción de señales.

A  pesar de que es necesario investigar más en terreno, las evidencias expuestas permitirían aconsejar el desarrollo de intervenciones nutricionales con ácidos grasos omega-3, sobre individuos sometidos a un constante estrés psicológico, para intentar mejorar el comportamiento antisocial, la disminución de la agresión hacia otras personas y la disminución de la hostilidad; más aun si se considera el hecho de que se han encontrado niveles plasmáticos disminuidos de DHA en personas violentas con personalidad antisocial. Esta acción podría  ser un eficiente coadyuvante de terapias cognitivo-conductuales y de psicofármacos para individuos recluidos en recintos carcelarios, hogares de menores e instituciones psiquiátricas.

Hoy hemos tocado los efectos beneficiosos del omega-3 en personas agresivas/violentas, pero ¿y su beneficio en personas con otras patologías?

PD: Información sacada de curso con el DR. Barry Sears, investigador y creador de la Dieta de la Zona. Llevo desde el año 2006 como asesora de esta manera de alimentar el organismo del ser humano. Os dejo el link de la web, donde podréis informaros mejor. Recuerdo que un día le comenté al Dr. Barry Sears que de pequeña mi mamá nos daba una cucharada sopera de aceite de hígado de bacalao «¡Maravilloso!», me dijo. ¿Comprendes ahora la importancia de ingerir este aceite? Un porcentaje muy alto de mi generación tuvo la suerte de que nuestros padres se ocuparan de que ingiriéramos este aceite. ¿Cómo éramos entonces?, y ¿cómo es la juventud actual? No es casualidad, no, es desconocimiento, solo eso.  

Estoy estudiando antropología y esta ciencia me ha confirmado que gracias al pescado azul, que tiene cantidades enormes de ácidos grasos omega 3, nuestro cerebro pudo dar el salto evolutivo como especie.

No te quedes ahí pensando, ¡¡actúa ya!!

INVESTIGA, solo eso, INVESTIGA.

Fuente: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182005000200003

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Para más información:

Skype: rosairazuste

Email: imixuuk1948@gmail.com

Web: http://www.metamorfosiscelular.amawebs.com/

Escuchar al Dr. Mario Alonso Puig es un placer

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