¿Qué es ENERGÍA?
Energía/Prana se refiere a la energía sutil esencial que subyace a toda la realidad. Por lo tanto, se la puede entender como la energía vital que da vida al cuerpo y lo mantiene sano, vibrante y vivo. No es solo la fuerza vital básica, sino que es también la forma fundamental de toda la energía que trabaja en el nivel de la mente, el cuerpo y la vida. Podríamos decir que todo el universo es una manifestación de energía, el poder creativo de todo lo que es, el origen de todo lo que existe, que adopta distintas formas según su calidad y frecuencia vibratoria.
Se mueve constantemente en seres humanos, animales y plantas, así como en los océanos y montañas, minerales y bacterias; la parte más pequeña de un átomo tiene energía. Lleva viajando de forma en forma desde siempre. Está en la atmósfera en una suerte de iones positivos y negativos que continuamente rebotan, migrando y reintegrándose para establecer un equilibrio entre ellos.
Donde hay energía, hay movimiento, crecimiento, cambio y actividad; y donde no la hay, no hay actividad. En el primer suspiro da vida al cuerpo y en la última exhalación, este queda sin vida.
- Energía/Prana no es aire; no es oxígeno. Está en el aire pero no es un elemento químico.
- No es ningún componente nutritivo en particular de los alimentos que comemos. El Prana sustenta e impregna la materia, pero no es la materia. Su energía da vida a la materia.
La energía en nuestro cuerpo:
Hay una vieja historia védica sobre la energía.
Las cinco facultades principales de nuestra naturaleza —la mente, el aliento (Prana), el habla, el oído y la vista— estaban discutiendo entre sí cuál de ellas era la mejor y más importante. (Esto refleja el estado humano ordinario en el que nuestras facultades no se integran, sino que luchan entre sí, compitiendo por su dominio sobre nuestra atención.)
Para resolver esta disputa decidieron que cada uno saldría del cuerpo y verían cuál era la ausencia más notable. El habla fue la primera facultad que salió del cuerpo, pero el cuerpo siguió vivo siendo mudo. A continuación, la vista se fue, pero el cuerpo siguió vivo siendo ciego. Luego el oído se fue, pero el cuerpo siguió vivo siendo sordo. La mente se fue, pero el cuerpo siguió vivo estando inconsciente. Finalmente el aliento comenzó a salir y el cuerpo comenzó a morir y las otras facultades comenzaron a perder su energía. Así que todos ellos se apresuraron a pedirle a la Energía/Prana que se quedara, elogiando su supremacía. Claramente el aliento ganó el argumento. Prana da energía a todas nuestras facultades, sin la cual no pueden funcionar. La moraleja de esta historia es que para controlar nuestras facultades la clave es el control de Prana.
En la ciencia occidental, la naturaleza de la vida sigue siendo un misterio. En el entendimiento yóguico, la diferencia entre un cadáver no lesionado, cuyos órganos y músculos están perfectamente intactos, pero sin vida, y un ser humano vivo sano, es simplemente la presencia o ausencia de esta energía vital.
«Puede definirse como la energía integradora que coordina las moléculas físicas, las células, etc., y las mantiene unidas como un organismo definido.» (Powell, A. E. (1882) TheEthericBody)
¿Cómo se obtiene el Prana?
Existen básicamente tres fuentes principales: el Sol, el Aire y la Tierra.
Recibimos el Prana de forma más abundante a través del aire que respiramos. Pero también con los alimentos que comemos o el agua que bebemos. Lo absorbemos de otras formas también, como a través de la piel.
Sol
Absorbemos Prana del sol cuando nos exponemos a él. Del mismo modo que la ausencia total de sol es dañina para la salud, demasiado sol también puede dañar el cuerpo. Los párpados absorben eficazmente la energía del sol; una buena técnica es mirarlo con los ojos cerrados apenas unos minutos.
Aire
El Prana del aire es absorbido por los centros de energía o chakras del cuerpo energético, a través de la respiración, que se corresponden con los centros nerviosos masivos del cuerpo. Estos vórtices de energía nos conectan con la energía no física del universo (Prana) y están conectados entre sí en nuestros cuerpos mediante canales energéticos llamados Nadis por los que circula la energía vital. La función de los chakras es la recepción, acumulación, transformación y distribución de dicho Prana. A menudo los canales de energía están débiles u obstruidos. Se encuentran desbordados, bloqueados o cerrados y no permiten que la energía fluya eficaz y libremente.
Un estilo de vida poco saludable, traumas emocionales, desconocimiento o inmadurez evolutiva pueden ser las causantes. Existen dos formas de enfermarse: por causa directa, en forma de lesiones, infecciones, envenenamiento, etc.; o a través de la somatización física de las tensiones emocionales y mentales. Muchas terapias como el yoga, la acupuntura, la aromaterapia, etc., trabajan en la mejoría del flujo de energía. Todos los esfuerzos que hace el yogui para aumentar, almacenar y manipular esta fuerza que da vida, forman el área del yoga llamada pranayama —un ejercicio muy sano con el que equilibramos el Prana en el cuerpo.
Tierra
La energía de la tierra es absorbida inconsciente y automáticamente por las plantas de los pies. Caminar descalzo, por tanto, aumenta la cantidad de Prana absorbido de la tierra.
Hay muchas otras fuentes secundarias, como el agua, los árboles —prueba abrazar un árbol—, las plantas y los alimentos, especialmente los alimentos frescos. Podéis imaginar la diferencia que existe, en cuanto a cantidad de Prana, entre una manzana recién cortada del árbol o una manzana en conserva. Los alimentos procesados no solo pierden muchos de sus nutrientes, sino que apenas contienen Prana.
O sea, la energía está en todo lo que se mueve, crece, florece y está vivo. Nuestra calidad de vida —su armonía y salud— se corresponderá con la cantidad de energía que volquemos en ella. Es como la gasolina para el coche. Lo mismo sucede con el dinero; también es energía: bien usado crea riqueza, mal utilizado crea miseria.
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