(PD: Es un artículo largo pero para explicarme, necesitaba escribirlo así, leerlo poco a poco)
Muchas personas con la pandemia que esta sufriendo el mundo entero, contactan conmigo recordando que desde hace años llevo hablando de la importancia de tener su SIP y PCR bajo. (Simplemente, modificando hábitos en la alimentación). Voy a explicar como mantener bajo estos marcadores y así vivir sin miedos.
Nuestro sistema inmunológico, es nuestro ejército, él nos defenderá de todo invasor o agresiones externas. Recordad siempre: —la especie humana, ha llegado al siglo xxi gracias a los cambios en la alimentación.
Pero, ¿Qué está pasando? ¿Por qué millones de personas dan positivo en los famosos marcadores PCR? Sí amigos, nos hemos o nos estamos alejando de nuestro eje, ese que nos trajo hasta nuestros días. (Hay mucha inflamación silenciosa entre nosotros a nivel mundial, a los hechos me remito, millones de personas dan positivo en los PCR)
Recuerdo a mi maestro Michio Kushi cuando nos decía allá por el año 1995: estamos retrocediendo como especie, por tal motivo cada vez más veremos más enfermedades degenerativas y nuestro organismo será atacado por especies inferiores, creando un caos celular.
Hoy quiero invitarte a que vayas a tu nevera, despensa, a los armarios que tengas en la cocina y anotes en un papel todos los alimentos que estas consumiendo.
¿Qué estamos comiendo? Si nuestra sangre se forma de los alimentos que ingerimos: ¿Cómo es nuestra sangre? ¿Cómo están los hospitales? Llenos de personas con enfermedades degenerativas, con su sistema inmune por los suelos, nuestro ejército está tan debilitado que a la primera de cambio, se entrega, no tiene medios para defenderse…
Reflexionando y respondiendo a todas las cartas y mensajes que recibo, creo que este año y medio de pandemia nos tiene que ayudar para reflexionar. Espero que este artículo escrito desde el corazón y aportando mis conocimientos, —como lo explico en mi libro, “Sí, es posible rejuvenecer sin cirugía estética”—os ayude en esta carrera por la supervivencia. Muchos se quedaran en el camino, otros, seguirán adelante, adaptándose al ecosistema, a la naturaleza y nutriendo sus células con aquellos alimentos que como última especie evolutiva, nos diferencia del resto de especies de este planeta.
También deseo aclarar algo, porque muchos me preguntáis mi opinión sobre el tema vacunas, etc.
No tengo nada en contra de los medicamentos y vacunas mágicas. De hecho me alegro muchísimo de que existan este tipo de fármacos que en ocasiones, son absolutamente necesarios. (Para aquellas personas que no deseen responsabilizarse de cuidar su dieta y así conservar su bienestar). Sin embargo, si que estoy en contra de que no se proporcione al paciente un montón de estrategias, información y herramientas que pueden implementar para mejorar su vida, y con la que podrían resolver muchos síntomas e incluso, en un tiempo prescindir del fármaco en cuestión. (En todo este año y medio de pandemia, no escuche decir o hablar en medios de comunicación, de la importancia del sistema inmunológico, como aumentarlo, etc.)
Siempre pongo mi ejemplo: superé un cáncer de pecho año 1990/1992 y un Linfoma de Hodgkin años 2015 haciendo cambios en la alimentación, modificando mis emociones y controlando mis pensamientos. Además, de potenciar mi sistema inmunológico con micronutrientes, —siempre bajo el control de médicos de: Medicina Natural, Biológica, China, Sintergética, etc.
—Utilicé y sigo utilizando la tecnología que la medicina tradicional nos brinda, como un tac, radiografías, análisis de sangre, etc., para saber como estaba y está mi organismo por dentro, —eso me daba y me da tranquilidad. Pero, no permití agredir mi cuerpo: ni operaciones, quimioterapia o radioterapia, porque tome consciencia que yo había causado la enfermedad con mis creencias. Sé que es muy difícil entender y comprender este concepto, no se nos educa para ello, somos dependientes de lo externo, buscamos las soluciones fuera de nosotros, —sin tomar consciencia que somos responsables de cuidar nuestro bienestar. Yo creía y creo en la sabiduría de mi cuerpo, creía y sigo creyendo que dios habita en mi interior y él me ayudó y me ayuda a conservar mi cuerpo en salud, pero, tengo que aportar los nutrientes: —comida, emociones, pensamientos—, necesarios para un correcto equilibrio celular. Soy consciente que seguiré en este plano hasta que el dios de mi corazón así lo decida, entonces, volveré a casa… Mientras, intento comer, sentir y pensar con consciencia, alimentando mi organismo con aquellos alimentos que llenen de energía y salud mis células.
Ahora os dejo con un informe muy detallado según el Dr. Barry Sears de cómo mantener los marcadores del SIP/PCR bajos.
BIENESTAR:
El bienestar depende en última instancia de los niveles de inflamación, y en especial de la inflamación silenciosa. Si padeces dolor agudo o alguna enfermedad crónica, es evidente que sabes que no estás bien. Padecer diabetes de tipo 2, una cardiopatía, cáncer o Alzheimer significa que tienes inflamación. Tener una enfermedad autoinmune como la esclerosis múltiple o el lupus también indica que hay inflamación. Cualquier condición de dolor crónico —todas las que terminan en <itis>— significa que padeces una inflamación en el área que te está provocando dolor. Pero la inflamación silenciosa es diferente. Es una inflamación constante que esta por debajo del umbral del dolor. Hasta hace poco no había ninguna prueba médica para comprobarlo. Ahora sí, puedes descubrir si la tienes y empezar a planificar un programa antiinflamatorio de por vida para mantener a raya la inflamación. También puedes hacerte análisis clínicos periódicos para ver si tus esfuerzos están dando resultados.
El primer paso que has de dar para llegar a la Zona anti inflamación es determinar si padeces inflamación silenciosa y, si es así, en qué medida. La inflamación silenciosa no es fácil de detectar, y es imposible hacerlo a simple vista. Puede que la tengas si eres obeso, pero puede que no. De hecho, puedes tener exceso de peso y gozar de bienestar si tus niveles de insulina están equilibrados (buenas noticias para millones de estadounidenses, incluida yo misma, me sobran unos kilos, pero mis analíticas salen geniales). Por otra parte, puedes tener un alto nivel de inflamación silenciosa, aunque estés en tu peso ideal.
Entonces ¿Cómo puedes descubrirlo? La única respuesta definitiva para determinar tu grado de inflamación silenciosa se encuentra en un análisis de sangre. Sin embargo, hay formas subjetivas que te pueden ayudar. Hace muchos años desarrollé lo que domino el informe de inflamación Silenciosa. Este informe sirve tanto para los enfermos del corazón como para que los atletas de élite puedan realizar los cambios necesarios en su dieta a fin de combatir este tipo de inflamación.
El cuestionario se basa puramente en observaciones, pero en una forma sencilla de tener un indicativo general de si puedes padecer inflamación silenciosa.
INFORME SOBRE LA INFLAMACIÓN SILENCIOSA
Parámetros————————————————————SI——–NO
¿Tienes sobrepeso?
¿Siempre tienes ganas de comer hidratos de carbono?
¿Siempre tienes hambre?
¿Te cansas, especialmente después de hacer ejercicio?
¿Tienes las uñas frágiles?
¿Tienes el pelo fino y con poca textura?
¿Padeces estreñimiento?
¿Duermes demasiado?
¿Te cuesta mucho despejarte cuando te has levantado?
¿Te falta concentración?
¿Te falta bienestar?
¿Padeces dolores de cabeza?
¿Estás siempre fatigado?
¿Tienes la piel seca?
Si respondes SÍ a más de tres preguntas, probablemente tengas un nivel alto de inflamación silenciosa. Hay que admitir que este no es un método muy científico de determinar los niveles de inflamación silenciosa, pero al menos te indican si eres candidato a tenerla. Si lo eres, tu siguiente paso es hacerte un análisis de sangre para determinar el verdadero alcance de tu inflamación, y por lo tanto tu estado de bienestar.
Principales biomarcadores para la Zona antiiflamación
No ha sido hasta los últimos años que se han desarrollado análisis de sangre para detectar la inflamación silenciosa. Estos análisis buscan marcadores específicos de inflamación silenciosa, y los niveles que indican que ya se está produciendo una inflamación importante. Estos marcadores son el mejor indicativo de que has de hacer algo inmediatamente porque se está cociendo el verdadero problema. Piensa en la inflamación silenciosa como si fueran ramitas. Intenta prender fuego a un tronco con una cerilla y no podrás. Pero inténtalo con ramitas, y el tronco pronto estará envuelto en llamas. Ahora imagina que el tronco es tu cuerpo, y las llamas, el dolor agudo o la enfermedad crónica. Eso son los síntomas que ves, pero el primer paso fue cuando prendieron las ramitas.
Perfil de inflamación silenciosa
Esta es la prueba de oro para detectar la inflamación silenciosa. Evalúa el desequilibrio entre los eicosanoides proinflamatorios y los antiinflamatorios midiendo las unidades estructurales del ácido graso en sangre. Entre éstos también se encuentran las hormonas responsables de controlar la inflamación en última instancia. Puesto que los eicosanoides no circulan por el torrente sanguíneo, no existe una prueba directa para localizarlos. Esta es la razón por la que la comunidad médica sigue sin entenderlos demasiado. Los eicosanoides existen sólo momentáneamente para trasmitir información de una célula a otra, y luego se desactivan en cuestión de segundos. Sin embargo, se sintetizan a partir de la unidades estructurales de los ácidos grasos que circulan por la sangre. La medición de la proporción (o cociente) entre las unidades estructurales de ácidos grasos favorables a los eicosanoides <malos> (ácido araquidónico o AA) y las unidades estructurales de ácidos grasos favorables a los eicosanoides <buenos> (ácido eicosapentaenoico o EPA) puede decirnos la proporción de eicosanoides <malos> respeto a los <buenos>, y supone un indicador bastante fiable de los niveles de esos mismos ácidos grasos en el resto de los 60 billones de células del cuerpo.
La relación de AA/EPA en la sangre es el marcador más fiable de la inflamación silenciosa, y esta es la razón por la que yo lo llamo tu Perfil de inflamación Silenciosa (Silent Inflammation Profile o SIP). Tu SIP puede alertarte con años, o incluso decenios, de antelación, antes de que se produzca el verdadero perjuicio. Cuanto más alto es tu SIP, más probalidades tienes de padecer un infarto de miocardio, cáncer o Alzheimer. Estas enfermedades no se producen de la noche a la mañana, sino que tardan decenios en desarrollarse. Cuantos antes te enteres, más fácil te resultará realizar los cambios necesarios para controlar la inflamación silenciosa y reducir espectacularmente tus probalidades de desarrollar una enfermedad crónica en el futuro.
¿Dónde puedes hacerte un SIP?
Como sabéis estoy jubilada, pero durante muchos años trabaje con los laboratorios: https://www.teletest.es/ os dejo el enlace para que se informen. Yo pedía un test del Perfil de ácidos grasos. En pocos días envían los resultados.
Marcadores secundarios para la Zona antiiflamación
El SIP no es un test rutinario, aunque se puede encargar a laboratorios especializados. Asimismo, los médicos son un poco reticentes a recomendar un análisis de insulina en ayunas puesto que es más caro que los análisis de sangre habituales. ¿Qué otra cosa puede darte una pista sobre tu futuro? Afortunadamente, hay algunos análisis de sangre secundarios que son más baratos y que se realizan más habitualmente. Son una indicación general del bienestar, aunque no tan preciso como el SIP o los análisis de insulina en ayunas.
Ratio TG/HDL
Puedes conseguir este ratio mediante un análisis de lípidos en ayunas estándar, que suele practicar para conocer tus niveles de colesterol total, desglosados en sus componentes individuales. La cifra importante no es la del colesterol total o ni tan siquiera la del <malo> (LDL). Más bien lo que quieres ver es tu nivel de triglicéridos (TG) y el nivel de colesterol <bueno> (HDL). La ratio TG/HDL te indicará si padeces el llamado síndrome metabólico, que viene dado por la resistencia a la insulina. El síndrome metabólico es un conjunto de condiciones crónicas (obesidad, diabetes tipo 2, cardiopatías e hipertensión) que están relacionadas con los niveles altos de insulina (hiperinsulinemia) provocados por una resistencia a la misma. Por lo tanto, el ratio de GT/HDL se convierte en un sustituto del marcador de la insulina. Cuanto mayor sea la ratio GT/HDL, más alto serán tus niveles de insulina y más inflamación silenciosa estarás generando. (Nota: puedes tener un nivel normal de insulina en ayunas o un ratio correcto de TG/HDL, y a pesar todo tener un SIP alto, lo que quiere decir que este test no detecta toda la inflamación silenciosa. No obstante, una tasa superior a 2 indica que padeces inflamación silenciosa.
La proteína C-reactiva (PCR)
Actualmente la prueba más popular para la inflamación es un análisis de sangre que mide un marcador denominado proteína C-reactiva (PCR) y que sintetiza en el hígado como respuesta a la inflamación aguda. Pero ¿es tan buena como parece? La PCR se descubrió hace unos 50 años cuando los investigadores se dieron cuenta de que era muy elevada en los casos de infecciones bacterianas, víricas o microbianas. Este descubrimiento no tuvo mayor repercusión, puesto que no era muy útil. Cuando se podían medir los niveles de PCR, el paciente ya estaba muy enfermo. Hace unos años, los investigadores desarrollaron una prueba mucho más precisa para la PCR, denominada PCR de alta sensibilidad (PCR-as), que podía detectar niveles mucho más bajos de esta proteína. Descubrieron que cuando las PCR estaban sólo un poco altas, podían indicar inflamación silenciosa en lugar de infección aguda. Los estudios iniciales indicaron que los niveles ligeramente elevados de PCR podían predecir mucho mejor que los niveles de colesterol los riesgos de padecer enfermedades cardíacas. Por desgracia, los estudios más recientes no han conformado este hecho. En realidad, hay muchas cosas que suben las PCR, como la obesidad, la diabetes de tipo 2 o la hipertensión. Cuando tienes en cuenta todos estos factores no lipídicos, el valor de predicción de la PCR para conocer el riego de cardiopatías es prácticamente nulo.
Con la información de la que disponemos en estos momentos, la PCR no parece ser un marcador específico para la inflamación. Se encuentra presente durante la inflamación, pero la reducción de sus niveles pueda que no influya en nada para aliviarla. La aspirina, por ejemplo, es un excelente antiinflamatorio, pero no baja significativamente los niveles de PCR. Igualmente la vitamina E baja los niveles de PCR, pero no baja la inflamación ni previene la mortalidad cardiovascular. Así que, llegados a este punto, la PCR simplemente parece indicar que hay inflamación, pero no es la culpable real de la misma. (PD: Desde mi punto de vista, está claro que por tal motivo han dado positivo millones de personas con esta pandemia, hay mucha inflamación silenciosa).
Aunque los medios de comunicación estén dando a conocer la prueba de la PCR de alta sensibilidad, yo la considero un marcador muy poco fiable para la inflamación silenciosa. No obstante, siempre es mejor que nada. Tu riesgo de padecer una cardiopatía aumenta considerablemente cuando rebasa los 3 mg/L, aunque tus niveles de colesterol LDL sean normales. Idealmente deberías conservar este marcador por debajo de 1 mg/L, o al menos bajo 2 mg/L. Los valores de referencia para los marcadores secundarios de la Zona antiiflamación son los que indico a continuación.
MARCADORES SECUNDARIOS PARA LA ZONA ANTIINFLAMCIÓN
Parámetros ————————————Bueno ————-Ideal
TG/HDL ——————————————2 —————Menos de 1
PCR de alta sensibilidad (mg/L ————–2 —————-menos de 1
RESUMEN
El conocimiento es poder en lo que respeta a la inflamación silenciosa. La inflamación silenciosa es insidiosa y es nuestra mayor amenaza para nuestro bienestar. Recuerda que el bienestar no es como un test donde puedes elegir entre varias respuestas: has de mantener los eicosanoides y los niveles de insulina dentro de los valores de referencia que definen la Zona Antiiflamación. Sólo entonces puedes asegurarte el bienestar. No conviertas el bienestar en un juego de azar. Dedica un tiempo a conocer las pruebas médicas que determinarán exactamente dónde te encuentras. Si descubres que no estás donde deberías, realiza ajustes en tu dieta y en tu estilo de vida hasta que tu sangre te diga que te estás acercando a la Zona antiiflamación, que es tu indicador del bienestar.
Dr. Barry Sears, creador de la Dieta de la Zona.
(Extraído del libro la Inflamación Silenciosa, Editorial URANO)
Y no olvides el consejo de Hipócrates:
QUE TU ALIMENTO SEA TU MEDICAMENTO
MÁS INFORMACIÓN:
Skype: rosairazuste
Email: imixuuk1948@gmail.com
Actualmente estamos consumiendo 40% de omega 6 a casi nada de omega 3… Lo ideal sería omega 6- 4% a 1% de omega 3. Acostumbrarse a leer el contenido, —letra pequeña—, de los porcentajes de estos ácidos grasos en todos los productos que consumes. (Te asustarás, seguro)
El 40% 30% 30% de la Dieta de la Zona, es el camino de la salud integral.