Siempre recordaré la gozosa sensación de libertad que experimenté cuando, de pronto, entendí lo que la frase NO SE DEBE REACCIONAR significaba para mí y para mi vida.
La vida podía ser transformada.
Ya no estaba más a mereced de la vida.
Ya no necesitaba reaccionar.
Nadie podía herirme si tenía en mí la fuerza para no reaccionar.
La solución estaba EN MÍ.
Tenía el poder si sabía usarlo.
La vida ya no era MI AMA si conseguía VOLVERME PASIVA y no reaccionar contra ella…
No sabemos el poder que tenemos hasta que la vida te pone contra la pared y comprendes que si no REACCIONAS creerá que te ha vencido y se alejará de ti en busca de otra víctima…
-Así he sobrevivido a tsunamis y tantos avatares de la vida.
-Esperar amañe la tormenta, así renaceré a un nuevo día…