Diferentes Eicosanoides y su papel en la regulación de la inflamación
Hablando con un profesional de la Medicina, comprendí el desconocimiento que hay del verdadero concepto de la “Dieta de la Zona” Eso me animó a realizar este artículo, para poder explicarme y así, aclarar dudas.
Además, con este artículo deseo reforzar mi artículo sobre las propiedades de los ácidos grasos en el ser humano, 3, 6, 9.
No es un artículo para profesionales, mi cometido es informar y llegar al público en general, utilizando un lenguaje entendible al público en busca de bienestar y salud en términos generales.
–Aquellos profesionales interesados en la ZONA les aconsejo se pongan en contacto con los laboratorios. Estarán encantados de informaros e incluso formaros para que tengáis esta herramienta en vuestras consultas.
Llevo desde el año 2006, –14 años–, donde me forme y capacite para ser unas de las profesionales que aconsejamos la manera de alejarnos de las llamadas enfermedades silenciosas, que tanto daño están haciendo a millones de personas en el planeta.
Vamos adentrarnos en el núcleo de lo que es la “ZONA”. Es un concepto, o sea, un estilo de cómo deberíamos alimentarnos para obtener bienestar/salud.
La ZONA no excluye ningún alimento, si la proporción o sea, el porcentaje de cada macro nutriente.
–Imaginaros la comida, como un medicamento…Sólo así comprenderán la importancia que tiene lo que ingieren en cada momento.
Comprender este estilo de alimentarnos, puede cambiar la vida de millones de personas, como lo hace desde hace muchos años. ¿Qué pasa? Desde mi humilde punto de vista, al decir “dieta de la zona” muchas personas te dicen o piensan: ¡otra dieta más!… –NOOO!! Cuando desarrollo el concepto me escuchan, sus vidas cambian para siempre…
(Para mí la dieta de la zona: es vivir en la zona hormonal en equilibrio con mi organismo)
Para ello, es vital comprender que son los Eicosanoides, solo así quizás, pueda despertar vuestra curiosidad.
–Es un poco largo la información, pero, necesaria para ofrecer una base científica.
El Dr. Barry Sears, lleva más de 25 años explicándolo a profesionales de la Salud y al público en general. Miles de deportistas de élite hacen esta “dieta”, como dice Barry: muchas medallas olímpicas las consiguió la “ZONA”.
Suelo mandar a realizar un análisis de sangre donde a través de un estudio del perfil de ácidos grasos omegas 3, 6, 9, sé cómo se encuentra la persona interiormente. Porque como dice el Dr. Barry Sears, –la enfermedades inflamatorias, son silenciosas, cuando salen a la luz, muchas veces es tarde. Desde ahí, se intenta equilibrar a cada persona según su patología y necesidades, controlando su alimentación.
¿Qué son los Eicosanoides? Son compuestos similares a hormonas que se forman dentro de nuestras células, cuya misión es: enviar y recibir mensajes de todas las células corporales. Son hormonas auto-crinas. No están destinadas a circular por la corriente sanguínea, como las hormonas endocrinas. En un análisis de sangre corriente no se detectan. Por eso, cada una de los sesenta billones de células que componen el cuerpo puede fabricarlos.
Yo los clasifico en Buenos y Malos. Las funciones del cuerpo que éstos afectan, cómo pueden cambiar nuestro humor, pensamiento y comportamiento, y que cambios podemos realizar en nuestras dietas para conseguir los resultados deseados.
No obstante, tampoco es que necesite cada día muchos ácidos omega-3 u omega-6 o 9: probablemente sólo necesita de cinco a ocho gramos de ácidos esenciales totales (con una proporción de 4:1 de omega-6 respeto de los omega-3) Esta cantidad le proporciona entre 10 y el 20 por ciento de sus necesidades de grasa, puesto que el varón medio necesita de cuarenta a cincuenta gramos de grasa diarios siguiendo la dieta favorable en la Zona. El equilibrio de la grasa dietética debería proceder de las grasas monoinsaturadas (como el aceite de oliva virgen extra, frutos secos seleccionados o aguacates), que no tienen influencia sobre la insulina o los eicosanoides. Las grasas monoinsaturadas aporta tanto un mejor gusto para el paladar como la capacidad de hacer más lenta la absorción de los hidratos de carbono en la corriente sanguínea, pero no tendrá efecto alguno sobre el equilibrio de los eicosanoides “buenos y malos”, que es lo que intenta mejorar mediante el control de la insulina y de los ácidos grasos esenciales. Si comemos cantidades de alimento de Omega 6 respecto a los de Omega 3 cercanos a una relación de 4:1, estamos en equilibrio. Eso es cercano a lo que debe ser la relación ideal.
Hay varios estudios donde se sabe el consumo de omegas en España, es de 28/1. O sea: omega 6/28 omega 3/1 o nada en muchísimas personas. Ahí tenemos la respuesta a tantas enfermedades degenerativas, e inflamatorias.
Los Eicosanoides se están formando y destruyendo constantemente en nuestras células, y tienen una vida muy corta. No pueden ser almacenados o suministrados del exterior.
Tipos de Eicosanoides.
Tenemos los Buenos y los Malos. Se llaman de ésta manera cuando están hechos de Omega 3 o de Omega 6, respectivamente. Actúan en forma contraria, de tal manera que cuando los eicosanoides omega 6, por ejemplo, pro inflamatorio, si hay bastante Omega 3 para producir las cantidades de eicosanoides anti-inflamatorios que equilibren, tendremos buena salud.
De una manera similar, producimos diversos eicosanoides que regulan las funciones siguientes:
- Inflamación, pro y anti inflamación. Importante en muchas enfermedades como la enfermedad cardíaca, la artritis, el asma, fibromialgia, etc.
- Contracción y dilatación de los vasos sanguíneos.
- Respuesta inmune.
- Control de la proliferación de la células-muy importante en cáncer.
- Control del humor, depresión y ansiedad.
- Viscosidad de la sangre.
- Coagulación
- Balance de los lípidos: Colesterol, triglicéridos.
- Dolor y fiebre.
Podemos ver muy claramente cómo es importante tener un equilibrio de Eicosanoides buenos y malos. Por ejemplo, no deseamos tener demasiada coagulación de la sangre que podría hacernos propensos a ataques del corazón. Ni tampoco queremos tener muy poca coagulación, en caso de que tengamos un accidente.
Igual sucede con los otros Eicosanoides, un buen equilibrio es crucial. Podemos ahora ver lo que sucede en el cuerpo cuando comemos en exceso pastas, panes, tortas, aceite de maíz, de girasol, etc., todos llenos de Omega 6.
Puesto que los vegetales que comemos ya contienen Omega 6 en cantidades apropiadas, cuando nos sobrecargamos en alimentos ricos en Omega 6, como nuestras dietas modernas, día tras día, nos enfermamos…
El equilibrio de estos eicosanoides afecta cada función de nuestro cuerpo:
- Nuestros sentimientos.
- Nuestros pensamientos
- Nuestro comportamiento.
- La velocidad a la que envejecemos.
Las enfermedades degenerativas, como la enfermedad cardíaca, el cáncer, la diabetes, el envejecimiento acelerado, etc., son gobernadas por este equilibrio importante entre el Omega 6 y el Omega 3.
¿Qué Podemos Hacer?
–En consecuencia, la dieta ideal anti envejecimiento controla en cada comida tanto la proporción adecuada de ácidos grasos omega-3, omega-6 y omega 9, como el equilibrio entre proteínas e hidratos de carbono, al mismo tiempo que restringe las calorías totales ingeridas.
Esta estrategia dietética mantiene el equilibrio dinámico de los eicosanoides al controlar los niveles de los verdaderos precursores y las hormonas responsables de activar las enzimas decisivas en el metabolismo de los ácidos grasos esenciales. Al mantener el equilibrio de los percusores de los eicosanoides en una zona o umbral apropiado (después de todo, también necesita algunos eicosanoides <malos> para sobrevivir), también está controlando el flujo de información de su Internet biológico. Si se controla este flujo y se evita una deficiente comunicación hormonal, se habrá empezado a invertir el proceso de envejecimiento.
El desarrollo de enfermedades crónicas (enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer, artritis, fibromialgia, etc.), asociadas con el envejecimiento no es algo que ocurra de la noche a la mañana, sino que es el resultado de agresiones hormonales constantes hechas contra el propio cuerpo. Cuando aparece, es muy posible que ya se haya producido un daño orgánico importante (y posiblemente irreversible).
Así pues, si los Eicosanoides actúan como hormonas maestras que controlan este complejo sistema de comunicación hormonal, ¿hay alguna forma de seguir controlando y sintonizando con ese mecanismo definitivo del envejecimiento antes de que aparezca alguna enfermedad crónica? La respuesta es afirmativa, como comento más arriba mando realizar el perfil de ácidos grasos esenciales y así conseguimos saber y equilibrar si hay alguna descompensación, equilibrando la dieta de cada individuo.
Ejercitarse diariamente para bajar la insulina y conseguir todas las ventajas que nos puede traer.
No olvide el omega-3 para toda la familia. Puede encontrar aceite de pescado omega 3, libre de impurezas, destilado molecularmente. Suelo aconsejar Omega 3 RX de Enerzona de venta en España en para-farmacias del Corte Inglés.
–En este enlace podrán encontrar el más cercano a su domicilio. Además, todos los profesionales en el territorio español que trabajamos la “DIETA DE LA ZONA” www.enerzona.es
Como siempre digo: La Dieta de la Zona, es una DIETA para el control hormonal. Porque cada alimento que ingiere activará una hormona determinada en su cuerpo. Tomar conciencia de ello, le puede ayudar a mejorar su vida o quizás alejarle de penosas enfermedades que aquejan a millones de personas en el planeta. Porque la “dieta de la zona” se puede realizar en cualquier rincón del planeta, adaptando sus comidas al 40% – 30% – 30%. Con ello conseguirá mantener en equilibrio su sistema hormonal.
Ya lo dijo Hipócrates hace más de 2500 años…
“QUE TU ALIMENTO, SEA TU MEDICAMENTO”
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