Cuando digo cadenas, es realmente así, son cadenas encriptadas a nuestro cuerpo desde que nacemos. En este blog ya explique el camino evolutivo; los siete pisos, llámalos como quieras, son siete, al ir tomando consciencia irás comprendiendo y aprendiendo a utilizar cada plano a tu favor. Porque mientras estés en este plano, cuatro de ellos los necesitas para moverte en este plano: materia, energía, emociones y mente.
Me dirás: ¿Cómo sabré si voy en el buen camino? Paulatinamente empezarás a sentir bienestar interno, una sensación de libertad que te permitirá finalmente volar por encima de creencias y dogmas.
Mi idea es dejar algunas piedras, señalando el camino que me llevo a liberar mi cuerpo del caos celular, controlando apegos, enfermedades, etc. Ahora, tú tendrás que investigar para llegar a los portales del conocimiento y traspasarlos, porque el camino evolutivo en nuestra especie es individual.
Desde ya te digo que no es fácil, pero otros seres humanos lo han conseguido. Recuerda que el cuerpo humano esta formado de siete planos. Toda la evolución del planeta esta dentro de cada ser humano, comprender este punto te abrirá y elevará a planos superiores.
Cada cadena, indica la parte de nuestro cuerpo qué representa. Quiero decir: cada piso, lleva millones de años evolucionando, en cada vida, tenemos la oportunidad de mejorar cada plano.
Quiero explicaros que cada plano tiene siete partes hacia los laterales, cuando llegas a comprender el último, —el número siete—, pasas al plano dos. Quiere decir qué cada plano contiene su propia vida, su propia evolución. O sea, cada plano tiene: materia, energía, emociones, mente, justicia, amor y atma. Por tal motivo, cada alma necesita millones de vidas para realizar todo este proceso. Por eso se dice: el conocimiento os hará libres, comprender este proceso es lo único realmente importante, es quien da sentido a mi vida, me libera de ataduras y comprendo que mi viaje en este cuerpo es liberar mi cuerpo de estas cadenas para finalmente conseguir divinizar la materia. Desde mi manera de interpretar este proceso, lo observo como un ascensor. Hay días que estoy en el primer piso, otros en el segundo, otros en el tercero, otros en el cuarto, otros me levanto más espiritual, pero todos son parte de mi ser. Aprender a manejar todo esta amalgama de células, —las células tienen mente propia—, es una tarea titánica, de ahí el mensaje que nos dejo Sócrates: Conócete a ti mismo. Se refería a este conocimiento, así que te invito a que te conozcas un poquito más, donde aprenderás a domesticar tu organismo con inteligencia. Vivirás lo que tengas que vivir en este cuerpo, no olvides que el cuerpo que tenemos actualmente, sólo es un vehículo, envejecerá, enfermará, etc., así que aprovecha este viaje, porque nos llevamos lo aprendido y al volver retomamos nuestra experiencia de vida donde lo dejamos en nuestra vida anterior. Por eso, verás seres humanos con diferentes grados evolutivos, sus almas han heredado un cuerpo, una cultura, creencias y una familia, —recordad que en la materia heredamos creencias, etc. —, tendrán que depurar ese cuerpo de creencias, así hasta alcanzar el conocimiento supremo. Millones de años nos han llevado llegar hasta nuestros días, imaginaros el camino que todavía nos falta recorrer hasta llegar a ATMA.
¡Un viaje increíble en la materia para todas las almas!
Los alquimistas se referían a este proceso evolutivo en la materia. La transformación, la metamorfosis es individual.
- El plano uno, representa al sistema óseo, representa todos los metales, piedras, etc.
- El plano dos, la energía: todos los vegetales están trasmitiendo todo su recorrido en nuestra sangre.
- En el plano tres: las emociones: todo el mundo animal.
- En el plano cuatro: la mente, el ego.
- En el plano cinco: la justicia, el orden.
- En el plano seis: el amor incondicional.
- En el plano siete, atma, dios hecho hombre.
- En cada plano hay que transitar por siete escaleras laterales, dependiendo de cada individuo, unos van más rápido que otros, dependiendo de su esfuerzo para alcanzar la iluminación.
Esta misma explicación, lo aprendí cuando estudie macrobiótica y transitando en varios organismos esotéricos, todos unidos, es donde comprendes que fue a través de la alimentación donde el ser humano fue evolucionando a través de millones de años.
Ahora mismo, estamos transitando en el cuarto globo, —desarrollando la mente—, donde estamos conviviendo varias culturas y razas juntas. Muchas almas ya están en el quinto y sexto plano, son los que bajan ayudar a los seres humanos más rezagados. Para mí, son ese puente invisible, desde donde trabajan en silencio por el bien de la humanidad.
Paulatinamente vamos siendo absorbidos por energías superiores hasta alcanzar al UNO. Todavía nos queda mucho camino por recorrer, no se acabará el mundo, —al menos este mundo que conocemos hasta alcanzar ser todos UNO.
Cuando comprendí qué somos una oleada de células formando nuestra especie, o sea, un cuerpo indivisible, cada uno de nosotros en su lucha por alcanzar llegar al uno, fue cuando deje de luchar con mis egos para dedicarme a mejorarme como humanidad.
Cuando estudie la filosofía de la macrobiótica, —fueron diez años de formación—, aprendí que cambiando la forma de alimentar mi cuerpo, puedo elevar paulatinamente las vibraciones de mi sistema celular. O sea, a medida que alejo mi cuerpo de vibraciones bajas, —como comer cadáveres de animales—, aumenta la consciencia, activando vibraciones altas y sanadoras. Durante muchos años me cuestioné este punto, aunque experimenté en la época que luchaba para superar el cáncer, sólo consumía cereales y verduras, que me alejaba de mis seres queridos, amigos, conocidos más terrenales. Cuando superé aquella etapa, tuve que seleccionar con consciencia mis alimentos, agregando algo de huevos, pescado y calibrando los alimentos en general.
Es muy importante preparar cada comida con consciencia, cada alimento que vamos a consumir pronto pasará a formar parte de nuestra sangre. Cuando preparo la comida, intento concentrarme, estar consciente y trasmitir al alimento sobre todo, agradecimiento a las personas que trabajan la tierra, a los transportistas que llevan los alimentos a los supermercados para que lleguen a nuestras mesas, para mí cocinar es una arte culinario sagrado. Pienso que esos alimentos pronto llegarán a mi sangre, regenerando mis células, reforzando mi sistema inmune, para canalizar y desarrollar mi intuición, poder seguir formándome, estudiando, para trasmitir el conocimiento adquirido.
Recordé las palabras de Jesús, —mezclaros con la muchedumbre para oír, entender como piensan y sienten, solo así podéis ayudar al prójimo. Jesús, en el Evangelio de los Esenios, explica muy ampliamente la manera de alimentarnos para llegar al padre, o sea al 1. El vivió todos estos cambios en su propio cuerpo, de ahí esa facultad que tenía de conexión con lo supremo, con lo divino. Desde ahí comprendí que podemos comer de todo, pero dependiendo del camino evolutivo de cada persona, debería depurar su alimentación.
Si observas a las personas que son vegetarianas, son más tranquilas, reflexivas que aquellas que comen carne. Las carnes, hacen agresivo al ser humano, al margen de introducir en su organismo todas las emociones, miedos que sufrió el animal antes de ser sacrificado. Es un tema peliagudo, lo sé, pero estoy intentando reflexiones y cambies la vibración de tus células para así poder contactar con vibraciones elevadas, eso se consigue a través de depurar la alimentación energéticamente. (Recuerda que todos los alimentos tienen una carga energética, Yin/Yang).
En otro artículo explico que estamos transitando varias razas en estos momentos, dependiendo del alimento que consumas serás absorbido por energías inferiores o superiores.
Para quienes quieran profundizar les aconsejo leer «Fragmentos de una Enseñanza Desconocida » de Ouspensky. (Esta lámina extraída del libro de Ouspensky lo deja muy claro, deja las creencias de lado, analízala)
Entonces, volviendo al título de este articulo, las cadenas son necesarias para mantenernos pegados a la materia, pero, a medida que vayamos evolucionando, las cadenas se irán rompiendo dejando paso a la energía suprema qué bañara cada célula de nuestro ser, permitiéndonos movernos libremente del primero al séptimo piso, es lo que hacen los maestros ascendidos y habitan entre nosotros. He conocido seres humanos que ya han roto esas cadenas y siguen entre nosotros como guías espirituales, para enseñarnos el camino. Un largo camino donde debes despojarte de tus egos, para liberar al alma de ataduras terrenales, necesarias, porque el alma humana ha venido para experimentar en la materia, pero debe regresar al UNO si o sí.
Almas, no importa las vidas que pueda llevaros este proceso, lo importante es recordar para seguir escalando y conseguir llegar a la cima.
Por eso cada vida/alma es tan importante para nuestra especie, porque todos formamos una unidad. Nada ni nadie sobra, todo ser viviente sobre este planeta es parte de la evolución. Cada alma esta en su proceso evolutivo, por eso el Buda dijo: no dejaré este plano hasta ver pasar al UNO al último de nosotros. —Son almas que vuelven ayudar a los rezagados.
Así que amigos, imaginaros todavía todo el trabajo que nos queda por hacer, tomar consciencia de ello llena de paz y amor mi ser. Mirar vuestro entorno, observar todo lo que hemos y estamos viviendo, eso, al menos a mí, me ayuda a sentir empatía, empoderarme de paciencia, meditar y seguir ofreciendo mis conocimientos y mi mano a quien acude a mí.
¡Gracias por ser y estar!
Email: rosaeste21@gmail.com
PD: Este artículo está extraído de mi segundo libro: Mi, metamorfosis celular. (Próximamente será publicado)